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Adelfa (Nerium oleander)

Desde: 2,99

GERMINACIÓN: Media

CRECIMIENTO: Muy rápido

TEMPERATURA MÍNIMA: -8ºC

ALTURA MÀXIMA: 4m

2,99
5,99
9,99
29,95

Envío gratuito en pedidos superiores a 35€

Semillas de Adelfa (Nerium oleander), conocida también como Baladre

Arboles perennes que se utilizan como seto o en la jardinería de alineación

Nativa de la costa Mediterránea, tolera muy bien tanto la sequia como temperaturas bajo cero.

Utilizada también para bonsáis.

La adelfa (Nerium oleander) es un arbusto ornamental que pertenece a la familia Apocynaceae. Es conocida por sus vistosas flores y su capacidad para crecer en una amplia variedad de climas. Las hojas son alargadas y lanceoladas, de color verde oscuro y dispuestas en forma de espiral alrededor de las ramas. Las flores son muy llamativas, con cinco pétalos que pueden ser de diversos colores, como blanco, rosa, rojo o amarillo, dependiendo de la variedad.

Cuidados: Aunque la adelfa es una planta resistente, es importante tomar ciertas precauciones debido a su toxicidad. Tanto las hojas como las flores contienen compuestos altamente tóxicos si se ingieren. Aquí están algunos consejos para cuidar de una adelfa:

  1. Luz: Prefiere la luz solar directa, pero también puede tolerar algo de sombra parcial. Cuanta más luz reciba, más flores producirá.
  2. Riego: La adelfa es resistente a la sequía una vez establecida, por lo que prefiere suelos ligeramente secos. Riégala moderadamente durante la temporada de crecimiento, evitando encharcamientos.
  3. Suelo: Prefiere suelos bien drenados y ligeramente alcalinos. Añadir un poco de compost al suelo puede mejorar su estructura y fertilidad.
  4. Fertilización: Aplica un fertilizante equilibrado de liberación lenta en primavera para promover el crecimiento y la floración.
  5. Poda: Puedes podar la adelfa para darle forma y controlar su tamaño. La poda también estimula la floración.
  6. Invierno: En climas fríos, la adelfa puede perder sus hojas en invierno. Protege la planta en caso de heladas intensas.
  7. Toxicidad: Mantén la planta fuera del alcance de niños y mascotas debido a su toxicidad.

Curiosidades:

  • Aunque es conocida por su toxicidad, la adelfa también tiene propiedades medicinales en cantidades controladas en la medicina tradicional.
  • Es comúnmente utilizada en paisajismo en climas cálidos debido a su capacidad para prosperar en condiciones secas y su hermosa floración.
  • La adelfa es originaria del Mediterráneo, pero se ha naturalizado en muchas partes del mundo.

Germinación de las semillas: La adelfa se puede propagar a partir de semillas, aunque debes tener en cuenta que el proceso puede ser un poco lento y las plantas obtenidas a menudo no son idénticas a la planta madre debido a la variabilidad genética. Aquí te explico cómo germinar las semillas:

  1. Recolección de semillas: Las semillas se forman en vainas después de la floración. Recolecta las vainas cuando estén maduras y secas. Puedes adquirir semillas de Adelfa en www.SemillasDelMundo.com
  2. Preparación: Las semillas de adelfa tienen una cubierta dura que puede dificultar la germinación. Puedes intentar raspar un poco la capa exterior o remojar las semillas en agua tibia durante 24 horas para ablandarla.
  3. Siembra: Planta las semillas en macetas pequeñas o bandejas de germinación con una mezcla de tierra bien drenada. Presiona ligeramente las semillas en la superficie del sustrato.
  4. Riego: Mantén el sustrato ligeramente húmedo, pero no empapado. Utiliza un pulverizador para humedecer la superficie.
  5. Germinación: Coloca las macetas en un lugar cálido y luminoso. La germinación puede tomar varias semanas o incluso meses. Ten paciencia.
  6. Trasplante: Cuando las plántulas tengan varias hojas verdaderas y sean lo suficientemente grandes para manejar, podrás trasplantarlas a macetas individuales o al jardín si el clima lo permite.

Recuerda que la adelfa es una planta tóxica, por lo que debes manejar las semillas y las plántulas con cuidado y lavarte las manos después de tocarlas.

Crear un bonsái de adelfa (Nerium oleander) puede ser un proyecto interesante y desafiante debido a la naturaleza tóxica de la planta y su necesidad de cuidados específicos. Aquí te doy una guía básica sobre cómo hacerlo:

1. Elección de la planta: Elige una variedad de adelfa que tenga hojas más pequeñas y una forma compacta, ya que estas características son ideales para un bonsái. También puedes empezar con una planta joven que sea más manejable.

2. Propagación: Puedes comenzar con semillas de adelfa o mediante esquejes. Las semillas requerirán un proceso de germinación similar al mencionado anteriormente. Si optas por esquejes, corta un trozo de tallo de una planta madre y planta el extremo cortado en una mezcla de sustrato adecuado.

3. Formación del bonsái: La formación de un bonsái de adelfa implica poda y entrenamiento constante. Aquí están los pasos generales:

  • Poda: Realiza podas regulares para dar forma al bonsái y fomentar el crecimiento ramificado. Corta los brotes largos y las ramas no deseadas para mantener la forma deseada.
  • Alambrado: Utiliza alambre de bonsái para guiar las ramas en la dirección deseada. Ten cuidado al alambrar, ya que las ramas de la adelfa son frágiles.

4. Cuidados específicos:

  • Luz: La adelfa necesita mucha luz para crecer y florecer. Coloca tu bonsái en un lugar donde reciba luz solar directa durante varias horas al día.
  • Riego: Mantén el sustrato ligeramente húmedo, pero evita el exceso de agua. Riégala cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto.
  • Suelo: Utiliza un sustrato bien drenado, como una mezcla de akadama y tierra para macetas, para asegurar un buen drenaje.
  • Fertilización: Alimenta tu bonsái con un fertilizante equilibrado durante la temporada de crecimiento, generalmente de primavera a otoño. Reduce o detén la fertilización en invierno.

5. Consideraciones de seguridad: Recuerda que la adelfa es tóxica, por lo que debes tomar precauciones adicionales al trabajar con ella. Lávate las manos después de manipular la planta, y asegúrate de que el bonsái esté fuera del alcance de niños y mascotas.

6. Paciencia: El cultivo de un bonsái es un proceso lento y requiere paciencia. Las adelfas crecen relativamente rápido, por lo que verás resultados en uno o dos años, pero la formación completa del bonsái llevará más tiempo.

 

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